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España lleva años basculando entre el revanchismo de la izquierda y los complejos de la derecha. Antes, los demócratas corríamos delante de los “grises”. Hoy, una policía constitucional en minoría, es masacrada por la izquierda extrema a causa de los complejos del gobierno legítimo del centro derecha, que teme ser tachado de facha, y sin que la izquierda constitucional se

Reconforta ver un país, y a sus dirigentes, homenajeando a Suárez, el arquitecto que dirigido por el Rey, hizo posible una Constitución consensuada por todos por primera vez en la Historia.

Qué distinta la España de la Transición a la de estos últimos años! Desde mucho antes de que muriera Franco, algunos luchamos por una democracia que reconciliara a los españoles. Finalmente, entre todos unidos hicimos una Transición ejemplar. Pero todo cambió el 11 M.

Los hombres de mi generación fuimos pioneros en la lucha de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Nosotros, hijos del sesentayochismo, hemos sido cómplices de nuestras compañeras y los primeros en bregar con nuestros hijos tanto o más que ellas.

A pesar de que como dice mi peluquero, la edad te va distanciando del carnaval, nunca deja uno de conmoverse cuando atisba la primera chirigota. Este año, y van unos pocos, he visto sólo un trocito de la Final y he salido a la calle solamente el lunes.

En otro momento ya hemos tratado el asunto de lo difícil que resulta alcanzar el conocimiento hoy, a pesar de que el XX ha sido el siglo de la Ciencia. Las ideas que explican el mundo en nuestra época, siguen siendo, como en el pasado, más fruto de la ideología que del conocimiento riguroso.

Hace unos días saltaba la noticia de que una asociación de vecinos estaba elaborando un censo de fincas cerradas en el casco antiguo para ofrecerlo a la Administración, en aras de “resolver el problema de la vivienda en Cádiz”. Que yo sepa nadie se ha escandalizado por tal iniciativa.

Ahora que ya todo el mundo es de izquierdas, -pues ni el Papa Francisco dice ser de derechas ni importarle que le llamen marxista-, es cuando más cachondo me pone cuestionar el paradigma progresista.

La primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo es la mentira”. Así comienza una de las obras más relevantes del siglo XX, El conocimiento inútil, del liberal francés Jean Francois Revel.