Fernando Sánchez Dragó, mi amigo. Luis Alberto de Cuenca

«El maestro Borges pidió perdón a su madre en un célebre soneto por no haber conseguido ser feliz. El maestro Dragó no ha tenido que pedir perdón a nadie por no ser feliz, porque lo ha sido siempre, aún más, si cabe, en sus años postreros»

Muere el escritor Fernando Sánchez Dragó a los 86 años

Fernando Sánchez Dragó

Fernando Sánchez Dragó EP

Luis Alberto de Cuenca

LUIS ALBERTO DE CUENCA

10/04/2023
Actualizado a las 15:00h.

Ha sido Bruno Pardo quien me lo ha dicho, como a las 12 del mediodía. Fernando Sánchez Dragó acababa de dejar este mundo y había puesto proa rumbo a las estrellas. Tengo una sensación de orfandad difícil de superar sin lágrimas, al menos en estas primeras horas de desolación absoluta que me invade ante la injusta muerte («desdicha fuerte» para el Calderón de ‘La vida es sueño’) de mi amigo.

Sus últimos años se han telegrafiado al exterior como especialmente felices. Quienes lo queríamos lo hemos sentido así, sin duda porque él, ubicado en la atalaya de felicidad desde donde atisbaba el cosmos, así nos lo transmitía. El maestro Borges pidió perdón a su madre en un célebre soneto por no haber conseguido ser feliz. El maestro Dragó no ha tenido que pedir perdón a nadie por no ser feliz, porque lo ha sido siempre, aún más, si cabe, en sus años postreros. Y esa felicidad interior de Fernando nos contagiaba a todos.

La última vez que lo vimos fue en el homenaje que se tributó a Mario Vargas Llosa en uno de los salones del hotel Wellington. Irradiaba felicidad. El acto terminó, pero Emma, Alicia, Fernando y yo continuamos charlando de lo divino y de lo humano hasta bien entrada la noche. Fernando y yo nos queríamos entrañablemente, como si hubiésemos sido compañeros de pupitre o camaradas de trinchera en una batalla. En el primer programa cultural que apareció bajo su dirección en la pequeña pantalla, y estoy hablando de 1975, tuve la fortuna de participar, presentando una reciente ‘Floresta española de varia caballería’ que vio la luz dentro de la Biblioteca de Visionarios, Heterodoxos y Marginados de Editora Nacional, que dirigía Javier Ruiz, otro buen amigo. De modo que él siempre asociaba con mi persona su estreno televisivo.NOTICIAS RELACIONADAS

El último viaje que hicimos juntos fue en 2022, ni más ni menos que a Eleusis, en busca de algún signo que nos permitiera desvelar, aunque fuese tan solo parcialmente, el enigma del Más Allá. Mi amigo Dragó ya ha traspasado la frontera que separa la vida de la muerte. Ahora ya nos puede decir si lo que nos contaron en Eleusis es falso o verdadero.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies