Teresa Rodriguez acaba de declarar que el Teatro del Parque no se seguirá llamando “José María Pemán” por razones de “memoria”. Expondré algunos hechos que ayuden a comprender el contexto histórico de Pemán y los escritores de los años 30.
1) Según el imprescindible Andres Trapiello (“Las armas y las letras”) es falso que la mayoría de los escritores defendieran “la República”, en realidad la revolución. Hubo una sorprendente equidad en el reparto de simpatías por uno u otro bando. Ahí van algunos nombres que apoyaron a Franco o rechazaron la deriva revolucionaria: Unamuno, Ortega, Pérez de Ayala, Marañón (considerados “padres de la República”), P. Baroja, Azorín, D. Alonso, G. Diego, Rosales, Panero, Sánchez Mazas, C. González Ruano, Manuel Machado, Menéndez Pidal, Gómez de la Serna, C Espina, Jardiel Poncela, Plá, Laín, Tovar, Vivanco, Torrente Ballester, J. Camba, E. D´Ors, A. Cunqueiro, etc. etc.
2) Pemán tuvo responsabilidad política en los primeros años de la guerra, pero como otros muchos importantes escritores capitaneados por Dionisio Ridruejo, la mayoría, posteriores opositores al franquismo.
3) En los años 60, Pemán perteneció al Consejo Privado de Don Juan, en realidad, la única oposición democrática al régimen de Franco en toda su historia. Recordemos que ni el PC, ni el PSOE fueron democráticos. En otras palabras, Pemán evoluciona a la democracia mucho antes que los antecesores políticos de los que hoy pretenden depurarlo, algunos de los cuales aún permanecen anclados en el totalitarismo (Podemos o IU).
4) Una gran parte del exilio intelectual no se marcha tras la victoria de Franco como se cree, sino en 1936 y desde territorio del Frente Popular. Desde ahí no sólo se van, lógicamente, los simpatizantes del bando nacional, o incluso muchos considerados de la tercera España (Gaziel, Chaves Nogales, C. Campoamor), sino escritores auténticamente de izquierdas, atemorizados por “la mirada” de un PC que persigue la disidencia: Cernunda, León Felipe, Chacel, María Zambrano, Ramon J. Sender y Alejandro Casona.
5) Los primeros depuradores docentes son los frentepopulistas a partir de su fraudulenta victoria electoral, y en retaguardia. Antes, se persiguió la enseñanza religiosa.
6) El abrazo Pemán-Alberti zanjó la reconciliación intelectual hoy cuestionada por el cainismo.