En estos días celebramos en Sevilla el ciclo “Encuentros en Libertad”, organizado por el Club de los Viernes, en colaboración con el Círculo Liberal Bastiat, dos organizaciones liberales que no admiten subvenciones públicas, al contrario que la trama de asociaciones “sociales” que viven de nuestro dinero.
Uno de los ponentes, Carlos Rodríguez Braun, habló de la igualdad deseable, la igualdad ante la ley, y no la igualdad mediante la ley, o igualdad impuesta, propia de los socialistas de todos los partidos. Los seres humanos no queremos ser iguales, dijo, queremos ser mejores. Mejorar nosotros y que mejoren nuestros hijos.
Resultó curioso constatar que la inmensa mayoría de los liberales de cierta edad fueron de izquierdas en su juventud, como el propio R. Braun, Vargas-Llosa o Jiménez Losantos. El mismísimo Popper también, y cuando se le preguntó por qué lo fue, respondió que lo consideró entonces “a moral imperative”. Popper dijo que se marchó porque la izquierda era “una mentira monstruosa (a horrible lie)”. Es una reflexión que resume lo que nos ha pasado a muchos. Ese día concluyó con la concurrida I Cena de la Libertad, emulando la organizada por el Instituto Juan de Mariana en Madrid.
Días antes había venido el gran economista Daniel Lacalle, quien se preguntó: “¿Es el PP liberal? No. ¿Hay liberales en el PP? Sí. ¿Es C´s liberal? No. ¿Hay liberales en C´s? Sí. ¿Es el PSOE liberal? No. ¿Hay liberales en el PSOE? No”.
También en Sevilla, en otro ciclo, pudimos escuchar a Hermann Tertsch (otro ex PC), el excelente periodista que como Arcadi Espada, se marchó de El País. Dijo que hoy nadie habla de ciertos asuntos cruciales –por miedo a ser estigmatizados como fachas- que son tabú, como del riesgo guerracivilista del “procés”, las fascistoides leyes de género, la totalitaria ley de memoria, el grave problema de los refugiados, etc.
Por fin, el día 19 de enero, en el EUSA de Sevilla, tendremos al sabio Antonio Escohotado. Si alguien de Cádiz se anima, allí nos vemos. Él vivió una vida hippie-ácrata en Ibiza, y finalmente evolucionó al liberalismo. En su obra cumbre, “Los enemigos del comercio”, hace un recorrido por el predominio histórico que ha tenido el colectivismo coactivo sobre la libertad. Aún hoy lo tiene: el Estado incauta y administra el 50% del PIB