Tras la llegada de Podemos a la alcaldía, el discurso de “Cádiz se hunde” se está sustituyendo por el de “Cádiz está en emergencia social”. En realidad es la misma carraca de siempre, aunque más exagerada si cabe. Menos mal que algunos de los que han defendido con vehemencia que Cádiz, y sólo Cádiz, se hunde sin remisión, -una legión de repetidores acríticos de un discurso secularempiezan ahora a rebajar este catastrofismo. No porque por fin hayan investigado por su cuenta que Cádiz, aunque tenga problemas, está menos mal que el resto de las ciudades del sur, como vengo mostrando humildemente desde hace muchos años, sino porque rechazan que un Podemos sobreactuado se esté apropiando de ese relato hasta el punto de querer convertir a Cádiz en un gran comedor social (y de paso crear una nueva castuza beneficiaria del cuento del hundimiento). Y eso es llevar las cosas demasiado lejos. Bueno, algo es algo, lo importante es que se vaya cuarteando el relato del autodesprecio y del victimismo imperante, un estigma que nos perjudica considerablemente. La gran mayoría no obstante sigue defendiendo que Cádiz se hunde, hasta el extremo de ignorar o malinterpretar una y otra vez las estadísticas, incluidas las que han salido estos días. Les emplazo a que las consulten por su cuenta. Se trata de un estudio realizado por AIS Group en base a la información del INE y de Habits Big Data. Fíjense. En España hay 146 ciudades de más de 50.000 habitantes. Pues bien según este estudio, 50 de ellas tienen una tasa de riesgo de pobreza mayor que la de Cádiz. ¡50 ciudades! Entre ellas todas las provinciales, y las principales capitales andaluzas: Córdoba, Huelva, Málaga, Almería y Sevilla, en este orden. También otras capitales importantes, como Murcia, Las Palmas de Gran Canaria, Cáceres, Santa Cruz de Tenerife o Santander. Y en ninguna de estas ciudades se oye la tabarra de la emergencia social. Tampoco los otros indicadores utilizados sitúan a Cádiz tan mal. Bueno, pues no importa. La idea de pobreza africana seguirá prevaleciendo en muchos. Sin ir más lejos el gobierno municipal, al parecer, acaba de justificar sus políticas de caridad (y no de estímulo del empleo), aduciendo que el estudio de AIS Group ¡le da la razón!