En España se echan de menos películas con trasfondo de nuestra rica Historia. El público español, gracias al cine, conoce mejor la Historia americana que la nuestra propia. Voy a sugerir tres películas que yo haría, evocando otras no españolas que me han impresionado. De la misma manera que Spielberg dio a conocer a través de una excelente cinta al gran benefactor de los judíos, Schindler, está por hacerse en España una película sobre otro gran y desconocido benefactor, en este caso de nuestra guerra civil: Morla Lynch. Carlos Morla era un escritor y diplomático chileno amigo de Lorca, que ya durante la República recibía a lo más selecto de las letras españolas. Durante la guerra se enfrentó al gobierno del Frente Popular -y posteriormente al franquista- por acoger en su embajada a miles de refugiados de uno y otro bando, entre los que se encontraban el falangista y excelente escritor Sánchez Mazas o las familias de Largo, Azaña y Prieto. Como guión de base, propondría el propio diario de Morla, España sufre. Recuerdo mucha filmografía internacional sobre la represión fascista y poca sobre la comunista, aunque algo hay ya, si bien no en España. Echo de menos una película sobre el terror rojo sufrido por Madrid en los primeros meses de la guerra civil. La famosa brigada del amanecer, las checas, Agapito García Atadell, los paseos, etc., produjeron el horror de personas que simplemente usaban corbata o se les detectaba algún signo religioso. Hay una magnífica novela que podría servir de guión, Madrid de Corte a Checa, de Agustín de Foxá, otro gran autor relegado por la victoria del paradigma progresista. Pienso que está por hacerse una película sobre la proclamación de la Constitución de 1812 que retrate la intensa y atractiva vida del Cádiz de la época: las tertulias, las sesiones de Cortes, las conspiraciones, los cafés, los encuentros amorosos, etc. Una ciudad sitiada que albergaba a lo más granado de la intelectualidad y la política del momento. No sólo son interesantes los personajes liberales, los más decididos y adoctrinados, sino los ilustrados, los americanistas y hasta los serviles. Un siglo llama a tu puerta, del gaditano Ramón Solís, sería ideal como base del guión.