En otro momento ya hemos tratado el asunto de lo difícil que resulta alcanzar el conocimiento hoy, a pesar de que el XX ha sido el siglo de la Ciencia. Las ideas que explican el mundo en nuestra época, siguen siendo, como en el pasado, más fruto de la ideología que del conocimiento riguroso. Hoy vamos a poner dos ejemplos, que como en la anterior ocasión que tratamos el tema, también han sido divulgados por Sala i Martín en su blog. El primero se refiere a la idea generalizada de que los alimentos ecológicos, frutas, verduras y carnes orgánicas tienen un mayor poder de nutrición y son más saludables que los alimentos convencionales. La “lógica” acompaña a pensar que esto es así, dado los pesticidas que se les echan a estos últimos alimentos. Bueno, pues una investigación reciente del “Annals of Internal Medecine”, basado en 240 estudios médicos, demuestra que no hay evidencia de que los carísimos alimentos ecológicos sean superiores nutricionalmente, y que tampoco hay diferencias en la probabilidad del poder contaminante de unos y otros, a pesar de los pesticidas. El segundo ejemplo hace referencia al tan popular “Cambio Climático”. El Informe del Grupo Intergubernamental del Cambio Climático (el IPCC) de la ONU de 2001 revelaba que la temperatura del siglo XX (y dentro del mismo, los años 90) había sido la más cálida del último milenio. Pero en 2003, los canadienses McKitrick y McIntyre descubrieron errores fundamentales en los cálculos del informe que una vez corregidos revelaban que las temperaturas durante el siglo XIV habían sido más altas que las actuales. La afirmación del IPCC quedaba en entredicho. Las investigaciones del National Research Council de los Estados Unidos no sustentaron tampoco que el siglo XX hubiese sido el más cálido del milenio. En consecuencia, la frase sobre el aumento de temperatura en el siglo XX, y el gráfico correspondiente, desaparecieron del IPCC en 2007. A pesar de ello, los medios han seguido dando por hecho que el Cambio Climático existe. ¿Por qué? La izquierda, tras el fracaso de sus siniestras propuestas, y aprovechando la histeria medioambiental, ha encontrado nuevas ideologías para ganar influencia, como el Ecologismo.