(2014) Aproximación al Liberalismo español a partir de la segunda mitad del siglo XX

Para estudiar la evolución histórica del liberalismo intelectual, político y económico español a partir de la segunda mitad del siglo XX, es imprescindible conocer las personalidades más representativas de este movimiento, así como los partidos políticos, las cátedras, los periódicos, y en general todas las instituciones y personas que lo han sostenido.

A pesar de que el liberalismo fue una doctrina ampliamente acogida por España, hasta el punto de que la propia palabra “liberal” tiene su origen en el Cádiz de las Cortes de 1812, el estudio de su historia a lo largo de la segunda mitad del siglo XX está apenas en construcción.

La historiografía española ha abordado este asunto de forma parcial y dispersa en algunos artículos, capítulos y libros de distintos autores españoles. Esto significa, que salvo estas excepciones, esta cuestión no ha sido objeto particular y específico de estudio.

Conocer la evolución del Liberalismo español a partir de la segunda mitad del siglo XX tiene gran interés por cuatro razones. La primera, porque como decimos, existe un vacío histórico alrededor del conocimiento global de la evolución del movimiento liberal en este siglo y en lo que llevamos del siglo XXI. La segunda, porque habiendo fracasado los sistemas económicos de planificación central, y habiendo entrado en profunda cuestión el llamado sistema de “estado del bienestar” derivado del pensamiento Keynesiano tras la profunda crisis estructural de los últimos años, como lo demuestra el hecho de que los propios partidos socialdemócratas estén adoptando políticas propias de la economía clásica, el liberalismo económico, entendido como una parte del liberalismo político, parece tener las claves de la economía del futuro. La tercera porque tras la derrota en el siglo XX de los sistemas occidentales alternativos al sistema político liberal, es decir, el comunismo y el fascismo (no consideramos aquí otras alternativas no occidentales, como el populismo hispanoamericano, el islamismo o la teocracia oriental, por razones de su escasa incidencia en nuestro entorno y de sus pocas posibilidades de tenerla), el liberalismo político queda como el único modelo realmente existente, parece además que a imitar en el futuro por toda la comunidad internacional. Cuarto, porque a pesar de que como hemos dicho, cada vez más personalidades e instituciones, -gobiernos, cátedras, fundaciones y medios especializados-, adoptan el liberalismo político y económico como modelo, hay un porcentaje considerable de la comunidad científica y docente, de la sociedad civil, y de los medios de comunicación, ajenos al conocimiento de esta corriente de pensamiento, dado que la mayor parte de la población española esté imbuida aún de las convicciones partidarias de la intervención del Estado.

En consecuencia, si el liberalismo tiene las claves del futuro, y al mismo tiempo permanece relativamente desconocido, el estudio del liberalismo español del pasado siglo, no sólo se presenta como novedoso, sino como necesario.

 

Algunas referencias sobre la Historia del Liberalismo del segundo periodo del siglo XX y del XXI

 

Considerado como parte de una breve historia del Liberalismo español, encontramos referencias a la historia del Liberalismo a partir de la segunda mitad del siglo XX en el capítulo “El liberalismo en la tradición política española” del libro Nuevos Ensayos liberales de Pedro Schwartz, publicado en 1998, texto que amplía otro del mismo corte publicado con el título de “Liberalismo” en el volumen 5 de la Enciclopedia de la Historia de España, de Miguel Artola, publicado en 1991.

Jesús Huerta de Soto escribe una breve biografía de Lucas Beltrán, uno de los principales baluartes del liberalismo hispánico de los años de la posguerra, -una época de páramo intelectual liberal, dominada por las teorías socializantes, autárquicas (en España) y Keynesianas-, en el capítulo, “Lucas Beltrán Flores: semblanza de un economista”, de su libro Nuevos estudios de economía política, publicado por Unión Editorial en 2002. En el mismo libro, Huerta de Soto hace un breve recorrido por la Fundación Ignacio Villalonga, y su Biblioteca de Estudios Económicos, que junto a Unión Editorial (1973), han sido responsables del cambio de opinión de muchos intelectuales y economistas españoles, tal como señala Julio Pascual y Vicente en El País del 17 de enero de 1980, titulado “Los nuevos economistas españoles y el día en que perdí la inocencia”.

Como parte de la historia política del ascenso del Partido Popular en el poder, Enrique de Diego Villagrán estudia minuciosamente, incluso personalidad a personalidad, la evolución del liberalismo español desde los primeros tiempos de la transición democrática, -en el que los liberales quedan integrados en la Unión de Centro Democrático-, hasta la segunda legislatura gobernada por los populares, en el libro Pretorianos: De donde vienen y adonde van los fontaneros de la Moncloa, publicado en Madrid en 2003.

Incluido en el contexto de una breve historia de la derecha española, la cuestión que nos ocupa tiene su sitio en el artículo de César Vidal en el periódico El Mundo del 26 de enero de 2002, “La derecha española: de Cánovas a Aznar”, en el que se pone de manifiesto que no se debe identificar a la derecha española con el franquismo.

La misma idea es repetida por algunos otros autores en distintos libros y artículos, como el de Pedro C. González Cuevas, Historia de las derechas españolas publicado en el año 2000, el de Juan Pablo Fusi, La derecha en España, publicado en 1996, el de Gregorio Peces Barba titulado El paso del franquismo a la democracia, y sobre todo los de Javier Tussell y otros, Las derechas en la España Contemporánea, publicado en Barcelona en 1997, y la Historia Política y Social, Moderna y Contemporánea, Tomo II, publicado en 1997.

Un breve repaso a la historia del liberalismo español, y en particular a la del siglo XX, así como un repaso a las ideas que presiden este movimiento se hace en el artículo de Carlos Alberto Montaner “Liberalismo y neoliberalismo en una sola lección”, aparecido en el número 10 de la Revista La Ilustración Liberal.

Por último, un repaso a la historia del liberalismo español, desde la Ilustración hasta la decadencia del liberalismo y destrucción (1902-1931) su crisis podemos encontrarla en Genealogía del liberalismo español, libro de Luis Arranz publicado por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales en 1998.

 

Historia del Liberalismo español reciente

 

La historiografía consultada, aunque no ha pretendido ser exhaustiva, pero sí que al menos ha logrado ofrecer en conjunto un retrato de rasgos básicos del devenir del liberalismo tanto de la segunda mitad del siglo XX, como de los orígenes que dieron lugar a su en principio débil renacer tras las Segunda Guerra Mundial, y más tarde, tras la crisis de los setenta, a su rehabilitación y posterior fuerte influencia en la vida y la historia política nacional e internacional. Estos trabajos consultados presentan una idea general del olvido de la cultura liberal desde los tiempos de Cánovas hasta los años 40 del siglo XX, con un breve paréntesis republicano, paréntesis que no tuvo lugar en el campo de la economía, pues solamente se hablaba de la cuestión social o del dolor de España, y muy poco del libre mercado o de los derechos individuales. Más de ochenta años de aranceles protectores y de sustitución de importaciones avalan nuestras anteriores afirmaciones.

La imitación de las ideas francesas, la aplicación de las indicaciones de la doctrina social de la Iglesia, el regeneracionismo y la propagación del credo socialista fueron los factores que explican el cambio de ideas respecto a un liberalismo imperante en el siglo XIX, y que deja de serlo en el XX.

El contenido del liberalismo español, lejos de permanecer librecambista, como era su naturaleza, se tornó a lo largo del siglo XX partidario de la acción positiva del Estado para industrializar al país. El amor por la libertad individual había quedado reducido al campo cultural, y ahí sí florecieron grandes figuras con la llegada de la II República, en una etapa que llegó a denominarse “edad de plata”. Desde el punto de vista del pensamiento, historiadores como Américo Castro y Claudio Sánchez Albornoz, y filósofos como Ortega Y Gasset son ejemplos de la brillantez de la época en materia cultural, lo que no quitaba para que la mayoría de estos grandes pensadores, o no sabían, o no querían saber de economía. Por eso, pese al florecimiento en el siglo XX de estos liberales de pro, parece más adecuado calificar al siglo XIX de siglo liberal, y al siglo XX, de siglo del socialismo. Las principales figuras del liberalismo fueron José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón y Salvador de Madariaga.

El filósofo Ortega y Gasset (1883-1955) intentó proponer un espíritu de racionalidad y moderación en la vida intelectual y política. La rebelión de las masas no es más que el temor de un hombre libre al poder, a veces despótico, de las grandes mayorías, y sus perversas consecuencias sobre la libertad individual. Se comprende su posición crítica para una época donde los demagogos conducen a las masas hacia el aventurerismo revolucionario, aunque se le echa en falta una mayor adaptación a un mundo democrático.

El doctor Marañón (1887-1960) fue otro intelectual que buscaba la moderación del país, pero cuya propia biografía denota hasta que punto el liberalismo había abandonado las propias ideas. En efecto, éstas, base de la doctrina libertaria desde el siglo XVIII, habían dado paso con Marañón al liberalismo como talante.

Por último, Salvador de Madariaga (1886-1978) representa al típico intelectual perteneciente a la llamada “tercera España”, pues se mantiene alejado de una guerra civil que considera totalitaria por ambas partes. Su liberalismo fue más que nada político y algo utópico.

Durante la segunda guerra mundial, mientras España permanecía neutral, ocurrió en Madrid un hecho sin precedentes en nuestro país: tras decenios de sequía, se comenzó a cultivar la ciencia económica gracias a la casi milagrosa creación de la primera Facultad de Ciencias Políticas y Económicas, donde se enseñaba la microeconomía del mercado y el pensamiento político liberal. Teniendo en cuenta la atmósfera falangista y el clima intervencionista asfixiante que dominaba en el país, no es fácil explicar el por qué de estas enseñanzas, aunque puede que la influencia del mundo occidental y sobre todo la presencia de algunas personalidades, como Luís Díez del Corral y José Antonio Maravall, ayuden a explicar el enigma.

En efecto Luís Díez del Corral ha sido una de las pocas figuras que mantuvieron viva la llama del liberalismo clásico a lo largo de la larga travesía del franquismo. Catedrático de Historia de las Ideas y de las Formas Políticas de la Universidad de Madrid, entre otras muchas obras escribió precisamente El liberalismo doctrinario, publicada en 1945.

En 1947, finalizada la Segunda Guerra Mundial, en Oxford, Salvador de Madariaga convoca a una serie de importantes políticos e intelectuales europeos para suscribir un documento y crear la Internacional Liberal con el objeto de defender los derechos individuales y el Estado de Derecho. Suscribir los principios que se manifestaban en el Manifiesto de Oxford fue vinculante para los partidos que integraban dicho organización. La base en la que se apoyaban las reflexiones del Manifiesto era que el olvido de las premisas liberales entre los años 1871 y 1914 había provocado las dos guerras mundiales del siglo XX. Los avances comunistas del momento anunciaban un combate entre el totalitarismo y la libertad que culminó en 1989 a favor del sistema político liberal. En 1997, a los cincuenta años de haber suscrito el primer Manifiesto, también en Oxford, una vez desacreditada la alternativa comunista, la Internacional Liberal aprobó otro manifiesto más extenso y en consonancia con los tiempos para definir las cuestiones que los liberales tenían en común.

El esfuerzo inicial ha mantenido la continuidad en el tiempo, pues hoy la IL, que mantiene su sede en Londres, está compuesta por unos ochenta partidos políticos de todo el mundo, siendo los mayores los de Canadá y Brasil. Mientras gobiernan o cogobiernan en algunos países de Europa, América, Asia y Africa, con una presencia importante en los países que abandonaron el comunismo tras la caída del Muro de Berlín. Especial fuerza tiene en ese sentido el movimiento liberal cubano representado por tres partidos, La Unión Liberal cubana (1992), el Partido Liberal Democrático de cuba y Solidaridad Democrática (1999).

Otro hito importante, en este caso en la historia del pensamiento liberal europeo, aunque con importantes repercusiones en España, tuvo lugar en el año 1944, cuando Hayek convocó a un grupo de intelectuales, como Friedman, Lippman, Madariaga, Von Mises o Popper, en Suiza, de donde nació la Sociedad Mont Pelerin, que celebra desde entonces reuniones internacionales cada dos años. Participan en ellas los académicos liberales más importantes del mundo. En realidad, la Sociedad Mont Pelerin no tuvo nunca un carácter político, sino que es una sociedad académica de ámbito mundial, pues se compone por más de 400 intelectuales liberales (de los que al menos siete han sido galardonados con el Premio Nobel de Economía), que han tenido un gran papel en la demolición de las ideas intervencionistas y del Socialismo real posteriores a la Segunda Guerra Mundial.

Además de la presencia inicial de Madariaga, la presencia española estuvo representada, años más tarde, por una figura clave en la pervivencia e impulso del pensamiento liberal español, Lucas Beltrán, que entró a formar parte de tan selecta Sociedad en el año 1972.

Otros intelectuales españoles pertenecientes a ella son, los hermanos Joaquín y Luis Reig (pioneros también junto a Beltrán y a Olariaga del primer liberalismo económico y político español de posguerra), Pedro Schwartz, y Jesús Huerta de Soto, entre los más conocidos.

Lucas Beltrán Flores, la figura más destacada del liberalismo del siglo XX al decir de muchos, nació en 1911. Tras estudiar Derecho, consiguió una beca para estudiar en la London School of Economics, por aquella época de ideas socializantes, aunque de escrupulosa libertad de cátedra, por lo que a la sazón se encontraban en ella nada menos que Robbins y sobre todo Friedrich von Hayek.

En los grandes debates entre Hayek y Keynes en los años 30 y 40, Beltrán fue un hayekiano convencido, a pesar del triunfo en las cátedras y en la política del segundo. Cuando en los años 80 triunfa Hayek, Beltrán acoge este éxito con la misma tranquilidad con que había soportado, -al igual que los otros poco numerosos liberales-, la soledad y el ostracismo. En 1932 entró como ayudante de Cambó hasta la Guerra Civil, durante la que se dedicó a proteger secretamente la fundación Cambó a las órdenes de Tarradellas.

En el año 1944 presenta su tesis doctoral ante un tribunal donde figura Olariaga, precisamente la figura que antes de Beltrán había resistido en solitario la ola de Keynesianismo que invadía Europa, y el mismo que presidió el tribunal que le otorgó la cátedra muchos años después, cátedra que simultaneó con la dirección del Servicio de Estudios del Banco Urquijo. Tras traer a España a las principales figuras de la escuela austriaca que tanto influyeron en el “milagro alemán”, los dirigentes del Plan de Estabilización de 1959, auténtico propulsor del desarrollo imparable de la economía española de los años 60, le propusieron ser secretario general del Plan, lo que es aceptado por Beltrán al igual que hacen todos los economistas importantes de la época.

Una vez retirado con alivio de la política, y aunque un poco oscurecido por la fama de su amigo Sardá, tanto desde la Cátedra de Economía Política de Madrid, como desde el domicilio del pionero Luis Reig, Beltrán se convierte en el principal dinamizador de las iniciativa liberal española hasta su muerte, ocurrida en 1997.

Uno de los crisoles que más contribuyó a la promoción de las ideas liberales fue el seminario que tuvo lugar durante más de 30 años en el mencionado domicilio de Luis Reig. Todos los jueves por la tarde tenían lugar las reuniones donde se estudiaban un tema o artículo de teoría económica, generalmente de autores de escuela austriaca. Algunos de los asistentes fueron Jesús Huerta de Soto, Juan Marcos, luego director de Unión Editorial, Pedro Schwartz, Evaristo Amat, Rafael Martos, Luís Guzmán, Luís Moreno, etc. El Instituto de Economía de Mercado, la Unión Editorial, la Asociación para la Economía de las Instituciones, y la Liga para la Defensa del Individuo serán mas tarde los focos de investigación de estas ideas.

En cuanto a la publicación de obras liberales, tuvieron especial relevancia, primero la Fundación Villalonga (un banquero que había sido diputado por la CEDA), y sobre todo más tarde la Unión Editorial, que bajo la dirección de Juan Marcos aún sigue en pleno vigor.

Tras esta travesía a lo largo de la primera época franquista, la influencia de esta corriente de pensamiento no ha dejado de sentirse en los últimos 30 años. En ese sentido, una personalidad muy influyente en el mundo de la defensa del libre mercado ha sido Rafael Termes. Vinculado a la Banca, -fue Consejero, y Consejero Delegado del Banco Popular entre 1966 y 1990, y Presidente de la Asociación Española de Banca Privada entre 1977 y 1990-, Termes se ha dedicado también a la publicación de numerosas obras dedicadas a defender la iniciativa privada y la libertad individual, así como la economía de mercado como el mejor sistema de organización social, así como a conciliar la religión cristiana con las tesis liberales. Destaca la publicación en el año 1992 de un Libro Blanco sobre el papel del Estado en la economía española, en cuya confección participaron profesores y expertos economistas.

Otra muestra de la pervivencia del liberalismo durante el franquismo tardío la tenemos en el Diario Madrid, cuyo cierre tuvo lugar en el año 1971 por decisión personal de Franco. Con motivo del 30 aniversario de dicho cierre, tuvo lugar en Madrid en el año 2001, una exposición y la edición de un libro conmemorativos del hecho. Más de dos centenares de periodistas, escritores, universitarios y publicistas pusieron su trabajo al servicio de un periódico que gozaba del favor de entre ochenta y cien mil lectores diarios entre los años 1966 y 1971, fechas en que fue editado por Rafael Calvo Serer y dirigido por Antonio Fontán, Profesor Emérito de la Universidad Complutense, periodista y político. Fontán, además de formar parte del consejo Privado del conde de Barcelona, fue senador (1977-79) y diputado (1979-1982) por la Unión de Centro Democrático y llegó a ser Ministro de Administración Territorial (1979-80).

En 1973, en la clandestinidad del tardofranquismo, Antonio Fontán, junto a Joaquín Garrigues crean un partido liberal, y sin solución de continuidad fundan la Federación de Partidos Demócratas Liberales; para tener cobertura legal, crean, en 1976, la Sociedad de Estudios Libra, y se hacen con una sede pare reunirse. Esta Sociedad publicó los Cuadernos Libra, de contenido divulgativo.

Por esas mismas fechas, en el contexto de una extendida floración democrática propia de la Transición, que hace crecer a los partidos políticos como hongos, aparecen un nutrido grupo de partidos liberales. Está el Partido Demócrata Liberal, de Ignacio Camuñas, vicepresidente de la Internacional Liberal; también el Partido Liberal de Enrique Larroque, la Unión Monárquica Liberal de Joaquín Satrústegui, el Partido Liberal Progresista de Juan García Madariaga y la Ezquerra Democrática de Cataluña de Ramón Trías Fargas. Todos ellos, de una u otra forma se integran en el proyecto de la Unión de Centro Democrático.

Tras el fallecimiento de Joaquín Garrigues, su hermano Antonio funda el Partido Demócrata Liberal, que integrado en el Partido Reformista de Miguel Roca intenta una operación de recuperación del espacio político de centro, operación que fracasa en las elecciones de 1986. Posteriormente, tuvieron representación parlamentaria la Unión Liberal de Pedro Schwartz y el Partido Liberal de Antonio Segurado, ambos integrados, primero dentro de Alianza Popular, y más tarde en coalición Popular (1982-1987).

Durante los años de gobierno del PSOE, también cabe distinguir una pequeña corriente de pensamiento liberal, básicamente en el equipo económico, de la mano de Miguel Boyer y en menor medida, de Carlos Solchaga.

Ya en tiempos del mandato del Partido Popular, tanto el anterior presidente del Gobierno, Jose Mª Aznar, como algunos de sus ministros más significados, como sobre todos Esperanza Aguirre y Eduardo Zaplana, no han dudado en calificarse herederos del liberalismo. Cabe señalar aquí también algunas medidas liberales que desde el ministerio de Economía y Hacienda, impulsó Rodrigo Rato.

En la Universidad destacaron las cátedras de economía Pedro Schwartz, Carlos Rodríguez Braun, Fracisco Cabrillo, Juan Velarde Fuertes y Luis Perdices, todos ellos grandes intelectuales y divulgadores en los medios y en sus libros de las ideas liberales.

En el campo de los medios de comunicación, a lo largo de los años 80 y 90, tuvo lugar una verdadera explosión de los partidarios de la independencia de poderes, de la libertad económica y de las filosofías de la libertad. Periódicos como El Mundo, ABC, y posteriormente La Razón, han contribuido en la profundización de estas ideas, sobre todo a través de la acogida en su seno de importantes firmas. También, influyentes periodistas, como Ansón, Federico Jiménez Losantos y Pedro J. Ramírez, se autocalifican de liberales. No debe olvidarse la pluma de Mario Vargas Llosa, cuyo artículo dominical de El País ha contribuido tanto a extender estas ideas.

La revista La Ilustración Liberal fue un proyecto que nació de la mano de tres amigos: Javier Rubio, Federico Jiménez Losantos y José María Marco, fraguado antes incluso que el gran proyecto de Internet de los liberales españoles: Libertad Digital. En torno a la revista, cuenta Juan Carlos Girauta, se fue formando un círculo, parte del cual procedía de las Jornadas liberales impulsadas por Zaplana en Benidorm, para pasar luego a Alicante, y más tarde, ya con Federico al frente, a Albarracín. Se celebraron once ediciones. Allí estaban el cubano Carlos Alberto Montaner, Mario Vargas Llosa, Plinio Apuleyo Mendoza y el español Lorenzo Bernaldo de Quirós. Más tarde se incorpora Germán Yanke.

Cuando se gestaba La Ilustración Liberal, una especie de respuesta intelectual a la revista progresista Claves de la razón práctica del Grupo Prisa, ya estaba presente en el grupo Alberto Recarte, otro jurista y economista que había evolucionado desde la izquierda a partir de su estancia en Cuba. Recarte sería luego el presidente del diario on line Libertad Digital que fue el marcaron de proa de todos los foros liberales que la red empezó a desarrollar, y en la que escribieron los princípiales liberales españoles..

¿Dónde nació el proyecto de Libertad Digital, clave en lo que Juan Carlos Girauta ha llamado la “eclosión liberal”? Girauta mismo lo cuenta en su libro: nace en un piso de la calle Conde de Aranda de Madrid, y la dirige Javier Rubio.

Lo mismo que el troskismo fue una patología de una generación de jóvenes americanos de los años 30 y 40 que luego terminaron en el neoconservadurismo, como contó Irving Kristol, en España, el grupo de liberales que se habían marcado como objetivos dar a conocer al gran público esas ideas y que se aglutinó en torno a Libertad Digital, también habían mantenido posiciones de izquierdas en su juventud para combatir el franquismo.

Un think tank independiente de gran influencia, que no acepta donaciones públicas, fue fundado en Madrid en el año 2005. Se trata del Instituto Juan de Mariana. Sus objetivos, según sus propios estatutos son “dar a conocer al gran público español, europeo y latinoamericano, los beneficios que para los intereses generales proporcionan la propiedad privada, la libre iniciativa empresarial y la limitación del ámbito de actuación de los poderes públicos”.[

Entre sus miembros fundadores se encuentra su actual presidente, Gabriel Calzada, profesor de Economía de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, el actual director Juan Ramón Rallo, Raquel Merino, profesores ambos de la Universidad Rey Juan Carlos, Daniel Rodríguez Herrera, subdirector del diario Libertad Digital, José Carlos Rodríguez, redactor de La Gaceta, Fernando Díaz Villanueva, subdirector de Negocios.com, Antonio José Chinchetru, redactor de Periodista Digital y Manuel Llamas, redactor del diario Libertad Digital.]

En la famosa Gala anual del Instituto, llamada Cena de la Libertad, se entregan los reputados premios Juan de Mariana. Hasta ahora han sido las siguientes personalidades:

 

En el año 2014 el galadornado es el profesor Pedro Schwartz.

En los últimos tiempos cabe reseñar la importancia de la noticia de que el grupo político español de U P y D, liderado por Rosa Díez, entrara en conversaciones para formar parte del grupo parlamentario europeo liberal. Al parecer, las presiones de Convergencia y Unión y del PNV, grupos cada vez más independentistas y que forman parte del mencionado grupo liberal, han conseguido que no sea posible esa entrada.

 

Bibliografía

 

* SCHWARTZ, P., “El liberalismo en la tradición política española”, en Nuevos Ensayos Liberales. Madrid, 1998. Artículo que amplía otro publicado con el nombre de “Liberalismo”, en ARTOLA, M., Enciclopedia de la Historia de España, Vol. 5, Madrid, 1995.

Breve pero sustancioso repaso a la historia del liberalismo español, con claras referencias al pensamiento liberal de la segunda mitad del siglo XX.

* HUERTA DE SOTO, J., “Lucas Beltrán Flores: semblanza de un economista”, en Nuevos Estudios de Economía Política. Madrid, 2002.

Como la vida de Lucas Beltrán está íntimamente relacionada con el devenir del liberalismo de la segunda mitad del siglo XX, este capítulo constituye una buena fuente para el estudio del mismo.

* ID., “Ignacio Villalonga: semblanza de un político, banquero y liberal” en Nuevos Estudios…op. cit.

En la última parte de este capítulo XV, Jesús Huerta hace un repaso de los movimientos de los principales liberales de los años 60 y principios de los 70. Antes Huerta de Soto hace un recorrido por la Fundación Ignacio Villalonga, cuya Biblioteca de Estudios Económicos tuvo especial relevancia en unos años de censura e intervencionismo franquista, y de verdadera sequía liberal. También hay referencias a Unión Editorial (1973), el proyecto editorial que dio continuidad al de Villalonga, la única editorial española que ha venido publicando incansablemente durante los últimos 30 años las principales obras que han aparecido en el mundo dedicadas al impulso del mercado, del control del gobierno y de la libertad individual, y que en gran parte ha sido responsable del paulatino cambio de opinión que se está dando en la clase intelectual y política española.

* PASCUAL Y VICENTE, J., “Los Nuevos economistas españoles y el día en que perdí la inocencia”. El País, 17 de enero de 1980.

Un artículo que repasa el cambio de opinión de algunos de los principales intelectuales, políticos y economistas españoles respecto al paradigma Keynesiano.

* DE DIEGO VILLAGRAN, E., Pretorianos: De donde vienen y adonde van los fontaneros de la Moncloa. Madrid, 2003.

Estudio minucioso de cada una de las personalidades y grupos que fueron conformando primero la Unión de Centro Democrático, más tarde Alianza Popular y Coalición Popular, y finalmente el Partido Popular. Muy útil para conocer los entresijos de la vida política del centro derecha del último cuarto del siglo XX, así como el origen y la trayectoria de cada una de las personalidades que conformaron el liberalismo, las alianzas y desavenencias de los grupos liberales, tanto entre ellos, como con el resto del centro derecha.

* GONZALEZ CUEVAS, P.C., Historia de las derechas españolas. Madrid, 2000. También FUSI, J.P., La derecha en España. Madrid, 1996. PECES BARBA, G., El paso del franquismo a la democracia. Madrid, 1991. TUSSELL J., et al., (edito) Las derechas en la España contemporánea. Barcelona, 1997. ID., Historia Política y Social, Moderna y contemporánea. Tomo II, Madrid, UNED 1997.

Todos estos trabajos estudian el centro derecha español posterior al franquismo haciendo hincapié en que no se debe identificar la historia del centro derecha español con el franquismo; a la derecha, con la extrema derecha.

* YANKE, G., Ser de derechas. Madrid, 2004 y VIDAL, C., “La derecha española: de Cánovas a Aznar”, El Mundo, 26 de enero de 2002.

El primero como libro y el segundo como artículo de prensa, dan un paso adelanto respecto a los trabajos anteriores, al considerar la historia de la derecha española no ya como independiente del extremismo totalitario, sino como decididamente positiva, incluso de mayor contribución y más responsabilidad que la de la izquierda.

* MONTANER, C.A., “Liberalismo y neoliberalismo en una sola lección”, La Ilustración Liberal. Nº 10, diciembre, 2001.

Un repaso a los conceptos fundamentales de la doctrina liberal de ayer y de hoy, así como un breve paseo por la historia del liberalismo español, y en particular el del siglo XX.

* ARRANZ, L., Genealogía del liberalismo español. Madrid, Fundación para el análisis y los Estudios sociales, 1998.

Una mirada por la evolución del liberalismo español anterior a la cincuentena estudiada, la Ilustración, el pensamiento de Jovellanos, el liberalismo integrador posterior al Sexenio, la Restauración el Regeneracionismo conservador, hasta la decadencia y desaparición del orden liberal (1902-1931). Útil para conocer los antecedentes de la época que estudiamos.

* BELTRAN, L. Ensayos de economía política, Madrid, 1996. DIEZ DEL CORRAL, l., El liberalismo doctrinario. Madrid, 1984. TERMES, R., El libro blanco sobre el papel del Estado en la economía española. Madrid, Instituto Superior de Estudios Empresariales, 1996.

Tres autores claves para la comprensión de la filosofía (económica y política) de la libertad durante el siglo XX. Tanto Beltrán como Díez del Corral son las dos figuras más representativas del liberalismo español de la época franquista. Aquí exponemos las dos obras más significativas de ambos autores. Termes, también defensor de la libre empresa durante el franquismo, escribe sin embargo el grueso de su obra a finales del pasado siglo. Aquí destacamos una de las más significativas.

* RODRIGUEZ GUERRA, R., Liberalismo y política: un estudio de la concepción de la política del liberalismo conservador contemporáneo. Tesis sin publicar. La Laguna, 1994.

Este trabajo se refiere más bien a la historia del pensamiento. Se trata de un estudio crítico de la concepción de la política del liberalismo conservador contemporáneo.

* INIDO FERNANDEZ, L.E., Republicanos de orden liberales-demócratas y conservadores durante la segunda República española. Tesis sin publicar, UNED, 1998.

Se analizan las raíces, trayectoria y destino final de lo que se denomina republicanismo conservador, tendencia que se considera integrada por los partidos Liberal Demócrata, Progresista y Conservador, en apariencia heterogéneos en sus trayectorias, pero similares en todo. Útil para conocer el republicanismo liberal anterior a la guerra civil, como antecedente del liberalismo de la posguerra.

* SUAREZ CORTINA, M., Las Máscaras de la libertad. El liberalismo español (1808-1950). Madrid, 2003.

Una aproximación a las diversas manifestaciones que el pensamiento liberal ha ido consolidando a lo largo de la España contemporánea. A partir de un primer momento revolucionario, el liberalismo va adquiriendo un plural registro de movimientos y formas de pensamiento hasta llegar a 1950. * NEGRO, D., El liberalismo en España, Madrid, 1988 y “Perfiles del liberalismo en España”, en Cuadernos del pensamiento liberal, nº 3, junio de 1986.

Tanto en el libro como en el artículo del cuaderno, Dalmacio Negro nos hace un retrato de la evolución del liberalismo español a lo largo de la historia hasta la II Républica, incluida una semblanza de los principales liberales españoles exiliados y del interior. Acompañan a ambos trabajos una selección de textos de las principales figuras históricas.

* VVAA, El pensamiento liberal en el fin de siglo. Madrid, 1997.

Inicia esta obra José Mª Michavila afirmando que el bienestar debe estar al servicio de la sociedad, no del estado. Dalmacio Negro dice que el liberalismo es la “izquierda del siglo XXI”. Enrique de Diego analiza los rasgos psicológicos de los liberales españoles ante los nuevos tiempos. Guillermo Cortázar analiza la nueva economía global y Francisco Sanabria estudia el centrismo como propuesta política.

* VELARDE FUERTES, J., “Olariaga y el Banco de España”, FUENTES QUINTANA, E., “Joan Sardá y la necesaria liberalización y estabilización de la economía española en 1959”, GARCIA DELGADO, J. L., “Luis Angel Rojo y la integración de España en el euro: la labor rectora del banco de España”. En Papeles y Memorias, de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Vol. XI.

Exposición de las aportaciones de estos tres economistas liberales en torno a los pasos más importantes de la economía española en el siglo XX, como el plan de estabilización de 1959 y la labor del Banco de España en la integración de España al euro.

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