Carta a un joven parado

Tengo que decirte algunas cosas que no verás escritas con frecuencia, aunque creo más útiles Ya sé que eres una víctima de la muy alarmante tasa de desempleo y que estás indignado por el mangazo político-sindical. Tú no eres culpable de que en España, todos apoyen una legislación laboral franquista (sobre todo los que más parecen de tu lado), responsable en gran parte de tu situación, pues protege al trabajador fijo y castiga al empresario (que es quien contrata) y al desempleado. Pero no caigas en la queja paralizante. No olvides que la preparación es la condición para que alguien te contrate y al menos vives en un país cuyos contribuyentes han pagado íntegramente tus estudios hasta la Formación Profesional o el Bachillerato, y entre el 80 o el 100% hasta la Universidad. El trabajo, más que un derecho, pues nadie está obligado a contratarte, es un principio orientador de la política. En la realidad, para que alguien se haga con tus servicios debes adquirir unas destrezas que les sean necesarias. Lo ideal es que lo que hagas te guste, pero recuerda que en cualquier caso finalmente debes dedicarte a un trabajo, no necesariamente universitario, como hoy todos pretenden. Es tu elección que no te quede nada por conocer de un oficio que te lo dará todo y preocuparte primero por el trabajo en sí, y no por el horario o las vacaciones. Eres gaditano. Pero no esperes pasivamente a que vengan a buscarte. Si aquí no está tu camino debes ir a su encuentro. Si no tienes claro en qué emplear tu vida, muévete. Ve a Inglaterra, o a Alemania, o a la costa, y trabaja en la hostelería o en un oficio digno, como miles de jóvenes españoles. Si aprendes un inglés medianamente fluido tendrás una base sólida para empezar. No le hagas caso a los que te hablan de derechos y movilizaciones y poco de deberes. Algunos lo hacen de buena fe, pero otros quieren usarte para derribar gobiernos y poner a los suyos. Si te tira la empresa, no confíes en las subvenciones. Recuerda que como dijo Thatcher “el socialismo se acaba cuando se acaba el dinero de los demás”. Muscula tu voluntad, ten como principio hacerte cargo de tu vida y recuerda que el esfuerzo y la propiedad son la base de la libertad. Saludos y suerte.

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