Muere Carlos Tena, lo que me trae al recuerdo viejas batallitas gaditanas.

A través de la gestión que hizo Ubaldo Cuadrado a principios de los 80 en el PC (partido del que yo ya me había ido y que le costó aceptar traer a un “camarada” que era periodista rockero), pudimos traer a Cádiz a Carlos Tena, quién llenó todas las salas donde fue, especialmente el salón del teatro de Valcárcel. Compartimos unos días con él muy buenos. Era una gran persona. Recuerdo que hubo un momento que se sintió mal, quizás por simultanear un “cigarrito” de la Viña cargado y una comparsa demasiado afectada.Con el tiempo se radicalizó y se fue a vivir a Cuba. D.E.P.

Muere Carlos Tena: periodista y crítico musical de TVE , heterodoxo de la vieja escuela

  • LUIS LAPUENTEMadrid

Actualizado Viernes, 14 abril 2023 – 19:09

Creador de programas legendarios de radio como Clásicos populares y de televisión como Caja de ritmos o A uan ba buluba balam bambú, Carlos Tena ha muerto a los 79 años

Carlos Tena
Carlos Tena, en una imagen de archivo.RTVE

En 1938, el bluesman Leadbelly, famoso por el clásico Goodnight Irene, acuñó el término woke en el recitado final de su Scottsboro Blues, donde invitaba al despertar de la conciencia negra: stay woke, estad atentos. Hoy, desgastado por el manoseo de los profetas y los antagonistas de lo políticamente correcto, endosarle a alguien ese epíteto, woke, es casi como ponerle a los pies de los caballos, procedan estos del Palacio de invierno o de la Comuna de París.

Pero hubo un tiempo, hace ya cuatro o cinco décadas, en que Carlos Tena, que ha muerto este viernes a los 79 años, habría adoptado con gusto el calificativo, encarnando como encarnaba al personaje heterodoxo, zumbón y deslenguado, un dandi del rock and roll émulo del marqués de Bradomín, predicador vitriólico de las bondades y maldades de la Movida madrileña, portaestandarte de una manera absolutamente única e intransferible de entender la comunicación cultural, en la que primaban el desparpajo, la provocación, el sentido del humor cáustico y la pasión por la música.

Carlos Tena fue guionista, director y/o presentador de programas legendarios de radio (Para vosotros, jóvenesClásicos popularesDiscofreniaCon más Tena que gloria) y televisión (PopgramaCaja de ritmos;A uan ba buluba balam bambú), en los que hizo buenas migas con personajes también a contracorriente como Juan de Pablos o Gonzalo García Pelayo, y desde los que acertó a sintonizar con esa oleada subterránea de jóvenes y no tan jóvenes sedientos de escapar del encorsetamiento de las élites del periodismo generalista y musical de los años setenta y primeros ochenta.

A medio camino entre Bukowski, Wolfman Jack y los bolcheviques agitprop, Tena defendió todas las causas en las que creía con vehemencia verborreica, cierto cuajo burlón y una inocente socarronería que te desarmaba, tanto si se trataba de apoyar el lanzamiento comercial de un joven guitarrista flamenco llamado Paco de Lucía como de romper moldes en la televisión pública presentando en horario infantil a Las Vulpes cantando Me gusta ser una zorra, asunto este que le ganó en 1983 una querella judicial (luego sobreseída) por escándalo público.

Tampoco se libró de uno de los pecados (veniales) de la época, los del locutor radiofónico metido a productor musical: por sus manos pasaron oscuras bandas de pirados del rock and roll (Mario Tenia y Los SolitariosJohnny Comomollo y sus Gángsters del Ritmo), estilistas pioneros del folk rock a la española (Tilburi) y malditos de la nueva ola como los Paraíso de Fernando Márquez.

Comunista convencido, apologeta de la dictadura castrista, incómodo y fuera de lugar, fuera del tiempo y de la cultura de la España del pelotazo, enfrentado a viejos compinches, Carlos Tena terminó asentándose en La Habana, donde se sentía feliz proclamando como un mantra su devoción por la Revolución cubana (“¡esto sí es una democracia!”), pero donde también sabía derrochar cariño, cercanía y hospitalidad por los amigos y conocidos que le escribían o que visitaban la isla.

Hace ocho años regresó a España y prefirió hacerse pequeño e invisible, ya lo había dicho todo cuando tenía que decirlo y ahora solo buscaba proteger su intimidad. Poco después, le diagnosticaron un cáncer de laringe. Su amigo Álex de la Nuez, ex miembro de los Zombies, anunciaba hoy su muerte en Twitter: “Ha fallecido mi querido Carlos Tena. No puedo expresar el dolor que supone, ni me voy a explayar en una esquela. 45 años no se resumen en una frase”. Sic transit gloria mundi, Carlos, pero eso tú ya lo sabías.

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