No creo
De acuerdo en parte con el texto “Gozos y sombras gaditanas”. Sería interesante contar los gaditanos de la capital que hay censados en San Fernando, Chiclana, Roche, Rio San Pedro, Puerto Real, Valderagrana, El Puerto, Vistahermosa…. y Sevilla. Apuesto a que hoy seríamos entre 200 y 250.000. En realidad la auténtica razón de la pérdida de población de Cádiz es que la capital actua como el centro de una periferia compuesta en su mayor parte por la Bahía-Chiclana-Roche. La diferencia con otros contornos urbanos es que el nuestro es más potente que otros que tienen capitales más pobladas y extensas. Pero aquí se da el mismo fenómeno poblacional centro-periferia: desvío de población del Centro-Cádiz al exterior.
Eso sí, no creo que la ciudadanía de Cádiz “reaccione” con planes estatales (aunque bienvenido el Congreso de la Lengua, claro), sino por factores endógenos. Las poblaciones avanzan cuando predomina el espíritu empresarial y la cualificación profesional. Desde luego Cádiz es una ciudad provinciana, como lo son todas en mayor o menor grado, menos Madrid y Barcelona. Eso sí, tiene la renta per capita más alta del sur de España (funcionariado y turismo).
Estoy de acuerdo también que por causa de la autopista, el puente y la facilidad de los transportes, además de la influencia de los medios de comunicación, Cádiz pierde identidad. El pueblo se va metiendo en la capital. Pero a cambio la capital ha exportado sus talentos y ejerce una gran influencia exterior en relación a su importancia poblacional.
Hoy en día tenemos peñas favorables a agrupaciones carnavalescas en toda España. Aunque en Sevilla siempre hubo afición al Carnaval (antiguamente iban las chirigotas al desaparecido teatro San Fernando), puedo asegurar que hoy en día en los bares que frecuento la gente opina con conocimiento y pasión sobre la justicia e injusticia del jurado del Falla o sobre las carecterísticas de las agrupaciones. Por supuesto se conocen las mejores callejeras y donde ver a cada una. Se lo saben todo. Sin contar que por influencia capitalina, hoy habría que hablar de Carnavales consolidados en toda la provincia, especialmente en la Bahía.
La Semana Santa es también objeto de interés fuera de nuestro perímetro. Tenemos visitas de los capillitas de toda Andalucía que saben apreciar la especialísima influencia genovesa de Cádiz, y una forma de carga autóctona (que en parte se pierde; es el precio a pagar por los contactos mutuos).
Otro de los rasgos identitarios de Cádiz es su equipo de futbol. El Cádiz cf hoy se sigue con interés en toda España. Por cierto, ¿de verdad que no va a haber un verdadero empresario con capital propio, que no viva del equipo, sino que venga con miras altas a aupar a un Cádiz que por población (unos 700.000 a 20 minutos del Estadio), afición y tradición merece consolidarse en Primera? Si el Cádiz tuviera el equipo del Villarreal apuesto a que tendría entre 30 y 35 mil socios..
Por último el flamenco. La capital ya no cuenta con los grandes maestros de su cantes (Cádiz es la madre de los cantes de Los Puertos), salvo Juan Villar, aunque posiblemente tengamos el mayor número de artistas por metro cuadrado del país. Aquí el estilo de los cantes de Cádiz se mantiene aunque también nuestros artistas están recibiendo la lógica influencia exterior de hoy.
Gozos y sombras gaditanas. Por Fernando Santiago
Durante siglos Cádiz fue una ciudad portuaria, comercial, culta y cosmopolita, deriva de su condición insular. Era más fácil ir a La Habana que a Madrid, hubo largas épocas de la vida gaditana donde se hablaban idiomas diferentes, había teatros y óperas en francés o italiano, se imprimían multitud de periódicos, existían librerías de primer nivel. Cádiz era conocida en todo el mundo por ese carácter ilustrado. No solo en la edad de oro ,el siglo XVIII y primera mitad del XIX, sino que reverdeció en la época de los vapores correo. Luego inició una lenta decadencia donde pasó de Emporio del Orbe a la ciudad que hoy conocemos. En el siglo XX dos hitos han transformado la idiosincrasia gaditana: el puente y la autopista. El puente, empeño del alcalde José León de Carranza, luego duplicado en época de Teófila Martínez, supuso el traslado de lo que quedaba de la burguesía gaditana a Vistahermosa, continuado después por la marcha de clases medias al Novo y de clases populares a San Fernando y Puerto Real. Hoy seríamos una ciudad de 200 mil habitantes en lugar de los 115 mil, la densidad de población hubiera sido insoportable. La autopista nos acercó a Sevilla con lo que se sevillanizaron las costumbres. Cádiz nunca tuvo feria, ahora los gaditanos más sandungueros no se pierden las de Sevilla o Jerez. En Cádiz cargaban los pasos de Semana Santa al estilo de los estibadores portuarios, ahora hay una profunda corriente para sevillanizar las procesiones (por mí como si los llevan a ruedas o no salen de sus templos). La irrupción de Canal Sur con su programación folklorista y cateta ha provocado un efecto emulación: entre unas cosas y otras la caspa se propaga por la ciudad como un virus. Ahora se ha cumplido el 50 aniversario de la inauguración de la autopistas mientras se piensa en aumentar el número de carriles porque desde su liberación se usa más, por lo visto los conductores no podían pagar 7 euros por trayecto. Cádiz pierde identidad entre unas cosas y otras. Chirigotas de Sevilla y de Chiclana se adueñan del concurso con ese humor más propio del Caricato de Dos Hermanas que el estilo gaditano que tenían Morera, Yuyu, Selu y El Gómez. Tan solo el Cossi y el Gago en el cuarteto o las callejeras de Las Niñas, Airon o el Perchero dan con la clave de lo que fue el doble sentido. Con decir que en el Falla se hizo famosa una gachí por decir “cómeme el coño” replicado por el feminismo cateto de alguna agrupación sin gracia ni repertorio. Se ha puesto el empeño para revertir la situación con actuaciones como el Congreso de la Lengua como se hizo con el Bicentenario, a ver si reacciona la ciudadanía de una vez, Rodicio lo ha dado en titular “América vuelve a casa”. Fernando Santiago.