Actualizado Sábado, 4 marzo 2023 –
El ‘caso Mediador’ evidencia realidades que como la penetración, molesta a la izquierda más aluciada
Pese a los reportajes, los artículos, las apariciones en televisión, los podcast más o menos conocidos de los Viñas, Preston, Gibson… la reedición de Los Mitos de la Guerra Civil (La Esfera de los libros), de Pío Moa, por el vigésimo aniversario de su publicación se vende más que los libros de ningún otro autor que escriba sobre la Guerra Civil…
…o la dictadura de Francisco Franco que, para ser tan «gilipollas», aguantó mucho (40 años, demasiado) al frente de España.
El otro día, en un debate, escuché a un crítico de la Memoria Democrática un argumento que me pareció definitivo. Como con razones y argumentos no se puede sostener la tesis del Gobierno sobre la II República, la Guerra Civil y la dictadura, mejor prohibir la otra versión. Las llamadas leyes de la Memoria van en ese sentido. Por otro lado, ¿cómo se pretende legislar sobre algo tan subjetivo como es la memoria? Es verdad que queda mal poner «censura» en el BOE.
La trama de los diputeros, los chochos voladores -el quesero pringado que ayer dimos en nuestro LOC- y las subvenciones de los drones (los ladrones) vuelven a demostrar que la vida, las personas discurren por cauces menos encorsetados de lo que suponen los políticos, los medios y las corporaciones. Es decir: eso que llaman opinión pública.
A los diputados socialistas que se iban con el ‘tito Berni’ les daba igual que horas antes de acabar en la mancebía tuvieran que votar a favor de abolir la prostitución; la Ley Trans o todas esas piruetas verbales con las que los ministros de este Gobierno quieren que los ciudadanos vean que hacen algo de la nada.
Lo último que ha dicho Ángela Rodríguez Pam es que estaba preocupada porque el 74% de las mujeres jóvenes (según los datos de un estudio de su ministerio) prefieren la penetración en lugar de la masturbación (66,5%); lo que ella llama autoestimulación. La penetración anal se queda en un 25,1%. (Por cierto, en el estudio, las encuestadas podían elegir varias respuestas, por lo que a las que eligen la masturbación y el sexo anal también les puede gustar que las penetren).
Las conclusiones tienen su lógica si consideramos que el estudio al que Pam hace referencia analiza el comportamiento de 18 a 25 años. Y esas jóvenes no dicen nada que no hubieran dicho ya sus madres. El 72,9% se declara heterosexual (18,5%, bisexual) y el 2,6%, homosexual. Eso sí, la mayoría considera que «una persona puede variar de opción sexual y tener relaciones con hombres o con mujeres».
Otro aspecto interesante del estudio es que el 57,7% dice haber «mantenido relaciones sexuales sin ganas o por compromiso». Para quitárselo de encima, básicamente. ¿Eso es violación?
Un dato singular es que del 11,7% de las jóvenes que dicen que no se han acostado con nadie, el 9,7% no lo hace porque es «pecado o inmoral». Y sólo el 5,7% cuenta que ha abortado. De ese porcentaje: el 27% se apoya en su madre; el 1,5%, en su padre… Lo que da pistas hasta adónde alcanza el permiso paternal que pide el PP.
Las putas y la cocaína de la Trama Mediador interesan más que la corrupción que subyace en los pagos y francachelas. Es lo normal. La vida es eso. La vida manda mal.
Los de la trama Mediador parece que también penetraban, pese a la volatilidad del chocho al que sitúan en el centro de la conversaciones. Esos chats tampoco son muy diferente a esos privados (y así se deberían haber quedado) en los que participaron los integrantes de Podemos.
Otra cosa es que pretendamos encapsular en una mentira lo que son y siempre han sido los hombres y las mujeres. Un solo apunte: a casi todas las mujeres, incluso a las lesbianas, les gusta mucho la penetración.