Los Goya, con el Gobierno y sus 500 violadores. Federico Jiménez Losantos

Actualizado Domingo, 12 febrero 2023 – 22:5

Ni una palabra han dicho en los Premios Goya sobre la Ley Sueltavioladores

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el resto de autoridades, en la gala de los Premios Goya, en Sevilla.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el resto de autoridades, en la gala de los Premios Goya, en Sevilla.Jorge ZapataEFE

Ni una palabra, ni una indirecta, ni un gesto, ni una pegatina, nada, lo que se dice nada, pero absolutamente nada, han dicho en los Premios Goya los que, en nombre de la cultura, el arte y la vigilancia ética de la sociedad, nunca dejan pasar la ocasión de darnos lecciones de moral y política. En primera fila, sonreía Pedro Sánchez, máximo responsable ya en esa noche de la suelta de medio millar de violadores, pederastas y agresores sexuales, por su empeño en mantener a toda costa una ley que es una humillación a mujeres, niños y niñas víctimas de agresiones y violaciones sexuales, cuyos verdugos suelta el Gobierno. Y luego culpa a los jueces de cumplir su ley. Ni una palabra le dijeron sobre eso. Ni una. Al revés, el presentador, Antonio de la Torre, agradeció su presencia en el acto, faro anual en los caminos de la sociedad española, a veces torcidos y oscuros. Menos mal que los Goya los iluminan.

Pero, dada la acreditada independencia intelectual del sector, no es de extrañar que, en su fiesta anual, por fin apareciera un sector social que, contra tanta incomprensión, apoya al Gobierno y la Ley Sueltavioladores. Para el año que viene, igual que As bestas se basa en un crimen real tras el asalto de los molinazos eólicos a un pueblo gallego; o Alcarràs, en la invasión del campo por las placas solares, seguro que hay más de una película nominada a partir de la experiencia de la Ley Sánchez-Montero y del efecto en las víctimas del afán de la izquierda de legislar a partir de su sectarismo, sin reparar en las consecuencias de lo que la propia Pam llamó su «diarrea legislativa». En los Goya apareció la ministra de Igualdad, responsable directa de esa agresión masiva a la libertad de las mujeres, que al fin sonreía, rodeada de fieles partidarios. Ni una palabra, ni un conato de escrache, nada.

Évole, admirador de Otegui, llamó a manifestarse contra Ayuso. Y De la Torre evocó los 20 años del No a la guerra, donde brilló Penélope, recién llegada de apoyarla bajo las Torres Gemelas. Y sentenció: «Malditas sean todas las guerras». ¿También contra Hitler?

¿Algo nuevo? Ha cambiado el color del premio, ahora deyección canina. Por la Ley de Bienestar Animal.

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