TVE purgada

Una de las medidas recientes adoptadas por el presidente Sánchez ha sido la de entregar TVE al comunismo bolivariano. La Tverka, así es como Eduardo Inda ha denominado acertadamente a una TVE que nos cuesta el dinero a todos y que ha emprendido una purga contra periodistas independientes. Se habla de más de 80 profesionales cesados o degradados, amén de una veintena de tertulianos. Y todo eso, ante el silencio del periodismo afecto al poder. ¿Recuerdan las protestas y quejas de periodistas que se produjeron a favor de Julia Otero y Ana Pastor cuando se sintieron dañadas?

Uno de los cambios que primero se ha notado ha sido la destitución de Sergio Martín en los “Desayunos” a favor de Xavier Fortes, que se estrenó diferenciando a España y Cataluña como países distintos. También se ha notado en caras muy profesionales y estelares,  como Jesús Álvarez, Raquel Martínez, Pilar García Muñiz, Pedro Carreño, Javier Cárdenas, Inés Ballester y Víctor Arribas, que dirigía una exquisita y ponderada tertulia  en 24 Horas. De momento, TVE ya ha perdido el liderato de audiencia de los informativos a favor de otra cadena.

Es verdad que la TVE, y en general todos los medios públicos, desde las postrimerías del franquismo, han estado en manos de la izquierda, aunque en épocas del PP la cosa se disimulaba…o no. Aún recuerdo aquel venerado Informe Semanal con la infumable Carmen Sarmiento, muy premiada por el progresismo rancio. Pero ahora, con este presidente ocupa, el poder estalinista y del socialismo resentido (hay otro, espero) ha irrumpido toscamente, como suele.

La metáfora de lo que cierta izquierda entiende por una TV pública es Canal Sur, un compendio de programas de niños resabiados, viejos picarones y casticismo, bajo una estética magrebí. Indigna en especial un sórdido programa dedicado a desenterrar las barbaridades de los nacionales en la Guerra, sin que jamás aparezca atisbo alguno del terror rojo, más intenso (Martín Rubio).

En Cádiz, se impuso la idea de que Onda Cádiz, con el PP, no era objetiva. Era verdad. Pero eso se llama hipocresía. Ningún medio público lo es ni lo ha sido nunca -lo de la BBC es una leyenda urbana-. Según me dicen, ahora Onda Cádiz tiene un acentuado aire venezolano, sin que nadie proteste.

Pero volvamos a TVE. Yo también le doy un adiós, espero que temporal.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies