A los que hacen cola no les importa lo que tengan que esperar. Han esperado mucho para echar a Sánchez
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15/07/2023 a las 19:24h.
Paul Simon me ha mandado una sudadera con los motivos de su nuevo disco. Él sabe la tonta ilusión que estas cosas me hacen. Por motivos más allá de mi comprensión -y de la de Paul- el paquete ha quedado retenido en Correos. He ido esta mañana y sólo entrar me ha devuelto a la España del atraso, funcionaria, vencida. La España que da la razón a los enemigos de España. La España de las colas largas e inútiles. La España lenta, ineficaz. La España vuelva usted mañana. La España en que nace muerta la esperanza.
Color amarillento, color grisáceo. Olor de serrín sobre lo vomitado. Una mesa en el centro, sucia y resquebrajada. Bolígrafos gastados, instrucciones para votar por correo pegadas con celo en las columnas, la letra diminuta e inverosímil la sintaxis. En las paredes, pósters de promociones que ya no aplican, advertencias contra el Covid felizmente superadas.
Las funcionarias parecen salidas de pueblo de crimen sórdido y luto largo. No están gordas, están contrahechas, como antes de que la explotación masiva democratizara la proteína. Sus cuerpos me regresan al tiempo de la polio y la escasez, gafas de cristal muy grueso, previo a la cirugía láser. Torsos cortos, cabezas grandes, pelo grasiento de teñido demorado; la mirada perdida cuando se fija en el ordenador y de rabiosa impotencia al alzarse contra el ciudadano. Es la mala leche que acumulan las pasiones insatisfechas y pienso que el milagro español de cada día es que esta tropa opaca y atroz no nos hunda en su oscuridad resentida.
Correos no es una trampa socialista contra el voto por correo. El socialismo es la gran trampa contra la Humanidad. Una empresa como Correos, pública y funcionaria, es una conspiración contra la eficacia, contra la prosperidad, contra el respeto que merece nuestra dignidad y nuestro dinero. No pienso que Sánchez esté intentando falsear el resultado electoral aunque es notorio que la mayoría de los que guardan cola van a votar al PP. Lo que pienso es que si queremos un servicio universal de aceptable calidad, la red tiene que ser privada. Empresarios, necesitamos empresarios. El concepto funcionarial es deprimente y una fábrica de cínicos y holgazanes. Y estas mujeres embrutecidas, Venezuela, Cuba, deformadas por una vida en la que nada importa porque nunca van a echarlas y cobrarán siempre igual. El drama de Correos no es ideológico. Es moral. Es la destrucción de la economía y las empresas arruinadas por amigos y familiares de los gobernantes puestos a dedo. Ahí se ahoga el Estado en su total inoperancia. A los que hacen cola no les importa lo que tengan que esperar. Han esperado mucho para echar a Sánchez y no se van a rendir ante la penúltima agresión de la terrible maquinaria. Correos es lo contrario de un país desarrollado. No por su funcionamiento, por su existencia. No hay que invertir, hay que cerrar. La libertad no es sacar brillo a las cadenas sino romperlas y empezar a andar.