Todo va más deprisa. Hemos tocado el fondo y nos quedamos sin margen
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23/03/2023 a las 01:11h.
De la moción hemos aprendido que lo importante es saber qué hacer con Vox y con Podemos, mientras Sánchez resiste, el PP silba y Pablo Iglesias rabia en el olvido. A Feijóo le sale mejor ausentarse que estar, y aunque es cierto que las elecciones se ganan desde el centro, para ser presidente hay que generar un entusiasmo que la mera incomparecencia no te da. Ayuso arrasará en mayo con una mayoría absoluta que recordará a las de Esperanza. Y además podría conseguir que Monasterio no alcanzara el 5% de los sufragios, que Podemos no llegara al 3 y que un PSOE hundido se viera superado, por lo menos por 2 escaños, por Más Madrid. Con mayoría absoluta, habiendo echado a Podemos y a Vox de la Asamblea, y con un PSOE lobezno, la presidenta no sólo ganaría sino que encarnaría una manera de ganar; un tono político con el que desactivar a los populismos de los extremos y dejar al PSOE para que le den dos euros. Una nueva normalidad, por decirlo al modo del doctor Sánchez.
Es la fórmula mágica que el PP está buscando sin acabar de encontrarla. Los resultados de las municipales marcan siempre el signo de las generales que vienen a continuación, y si Ayuso arrasa y Sánchez resiste en Valencia, obtiene un par de alcaldías importantes, como Sevilla y Barcelona, y el PSOE puede decir que ha empatado o ganado las elecciones –hipótesis inciertas pero no descabelladas– el Partido Popular se va a tener que preguntar si está en el camino que lleva a Moncloa.
Con Pablo Casado aprendimos de golpe que Génova no siempre gana; que todo va muy rápido, y muy bestia, y muy descarnado; y que el líder no cayó por haber levantado falsos testimonios sino porque los que lo tenían que defender no lo vieron capaz de ganar las elecciones. Ni te condena ser un mentiroso –Sánchez–, ni te salva ser una buena persona: Fraga. Son los resultados, sólo los resultados.
Michavila dice que a su cliente le salen los números pero las notas de los exámenes parciales de mayo nos dirán en verdad dónde estamos. Y si lo que sucede se parece a lo que he explicado, el PP tomará decisiones tajantes e inmediatas. No por crueldad revolucionaria sino por necesidad vital. No se trata de Feijóo, ni de si merece una oportunidad, o si sería injusto que hubiera dejado Galicia por nada. Es el poder y sirves para alcanzarlo; y es importante que si llega el momento amargo, Alberto lo entienda y ponga las cosas fáciles. Antes a todos nos daban más tiempo porque había más abundancia. Ahora todo va más deprisa porque hemos tocado el fondo y nos hemos quedado sin margen. Para mayo queda poco y después de mayo, para diciembre, quedará todavía menos. Que el actual candidato no sea diputado es un drama, pero con las Cortes disueltas en octubre será irrelevante si la presidenta está o no en el Congreso. La campaña será corta y eléctrica, y ella para barrer a Vox y a Podemos, y atraer a socialistas hartos de Sánchez, no necesita hacerse la sueca. Le basta con sonreír y decir exactamente lo que piensa.