Pedro Sánchez merece que uno más listo que él le tome el pelo
02/03/2023 a las 00:17h.
Dos requisitos son indispensables para ser presidente de Francia: el primero, tener una amante. El segundo, engañarla. Macron cumple ambos con Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno prometió que bajaría el precio de la luz y en su populismo inconsciente, e ignorante, se ha dejado marear por el presidente de la República, que sabe proteger los intereses franceses mucho mejor que Sánchez los nuestros. Así como en otros casos sólo ha obrado con maldad, en este caso la mezquindad sólo es una parte y simplemente Sánchez no está entendiendo la jugada.
Como cualquier socialista piensa que la mejor manera de bajar los precios es intervenir el sector. Y como siempre se encarga de demostrar la realidad, la confianza en el mercado es a la larga mucho mejor que el estatalismo, que tan caro y destructor acaba resultando, tanto a las personas tomadas una a una como al conjunto de la sociedad y la economía. El mercado marginalista europeo, que es el actualmente vigente, abre una oportunidad de competitividad a la economía española. Si hasta ahora los precios de la energía siempre han sido más baratos en Francia, porque tiene 59 centrales nucleares, que es la energía más barata; con la emergencia de la energía fotovoltaica, cuya producción España lidera en Europa, seremos nosotros quienes tengamos la energía a un precio más competitivo, y además de costar menos al bolsillo de cada español, será un cuantioso negocio su venta a terceros. Consciente de ello –y de su deber como presidente de Francia de engañar a su querida, y de que en este caso tiene a una de procesos mentales efectistas y simples–, Macron, que tiene nacionalizadas las empresas eléctricas, quiere impedir la pérdida de competitividad de Francia y ha convencido a Sánchez para que sea su aliado en la apuesta por un sistema de precios fijos e intervenidos en toda Europa.La tentación socialista de intervenir todo es contraria a la creación de riqueza y acaba destruyendo a la persona en su tensión vital y trascendente; y hasta físicamente, como tantas veces hemos visto con el comunismo. Por sus trucos tan baratos, Pedro Sánchez merece que uno más listo que él le tome el pelo y le deje en evidencia, pero los españoles no podemos desaprovechar la oportunidad tan extraordinaria de liderar el sector más crucial y determinante de nuestra era.
Sería muy triste que por el afán del presidente de fiar su reelección a un éxito más vistoso que significativo en su presidencia de la Unión Europea, y poder comparecer ante los españoles como el que ha conseguido reformar el mercado eléctrico europeo, implantáramos un sistema que es cierto que a corto plazo implicaría una bajada de precios, pero que a la larga supondría arruinar la mejor oportunidad económica que España ha tenido en mucho tiempo.
Pero siempre que en mi vida he querido pensar, a pesar del curso que tomaban los acontecimientos «esto no pasará porque no seremos tan idiotas», no les quepa duda de que lo hemos acabando siendo.