Cayetana Álvarez de Toledo: “Egea ejerce un mando testosterónico y perjudica a Casado; hace ‘bullying'”
La ex portavoz del PP en el Congreso relata en su nuevo libro, ‘Políticamente indeseable’, algunas escenas aleccionadoras de su segunda vida en el partido: “Viví experiencias de una política indeseable que ahora se repiten con Ayuso”
La publicación del esperado libro de Cayetana Álvarez de Toledo, Políticamente indeseable (Ediciones B), coincide con un momento crítico del Partido Popular que casi parece diseñado como campaña de promoción. La ex portavoz receta para la política una cura de verdad y relata con crudeza y sin eufemismo algunas escenas aleccionadoras de su segunda vida en el partido.
Vamos a empezar casi donde termina su libro. Una semana después de ser destituida, usted confirmó en EL MUNDO que se quedaría en su escaño y probaría cuál es la libertad del diputado en España.Mi experiencia es desigual, debo decir, pero hay un margen de libertad que los diputados tenemos y que muchos no exploran por cuestiones que tienen que ver con el gregarismo o por el propio funcionamiento interno, que tiende a imponer la mediocridad, la sumisión y el miedo. Mi libro es ante todo un alegato contra la resignación.Esta semana, un puñado de diputados transgredió la disciplina parlamentaria durante la votación de los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional.Yo abogo por una despolitización total de la Justicia como método de defensa del sistema democrático y el espectáculo de partidos políticos manoseando magistrados y repartiéndoselos como si fueran cromos me parece que es deletéreo para la clase política, para la clase judicial y para el sistema democrático en general. Lo defendí ya como portavoz y de hecho una de las batallas que creí ganar después de muerta, como el Cid, fue la que evitó el enjuague en el CGPJ.Creo que no hace falta que le pregunte entonces por el enjuague del Constitucional pero sí me parece necesario preguntarle qué ha votado usted respecto de la idoneidad de los candidatos.Me puede preguntar por las dos cosas. El enjuague me parece un espectáculo desolador y además contraproducente para el PP en la medida en que es autoimpugnatorio. Uno no puede exigir que haya una despolitización del CGPJ y sin embargo participar en una impúdica, activa y pública politización del Tribunal Constitucional. Usted me pregunta por mi voto y yo lo diré con toda claridad. Yo voté en blanco. Es un voto secreto y por tanto cada uno tiene derecho a votar lo que quiera e incluso a no decir lo que ha votado. Yo voté en blanco. Y añado a eso que me parece un auténtico escándalo que el Congreso establezca un voto telemático en este momento de la pandemia. Estamos celebrando sesiones con normalidad, por qué no íbamos a poder votar secretamente en urna todos los diputados algo tan importante como los miembros del TC. Yo creo que eso se hizo para limitar y restringir la libertad y el secreto de voto de los diputados. Un atropello.
[No es la primera vez que Álvarez de Toledo vota diferente de su grupo, la anterior fue, como relata en su libro, con la autorización del propio Pablo Casado, una proposición no de ley contra el «negacionismo» de la violencia de género]