Aunque el PP ha ganado en Cádiz, parece cantado que se va a cumplir el único punto del programa de los demás: “echar a Teófila”. Por cierto, ¿no les dije que el voto histórico gaditano era muy urbano, y parecido al de las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza, Coruña, etc., y no al socialista de Sevilla, por ejemplo? Pues se ha vuelto a cumplir. Otra cosa es que lo avanzado, lo urbano, en España no dé para más. Como dice J. J. León, es extraño que la mejor legislatura del PP en Cádiz sea la de su posible desplome. Pero ya se sabe que en estas elecciones han influido factores no racionales. Sobre todo el de castigar al Gobierno. Unos, los más conservadores, se han abstenido por lo que consideran la política continuista de Rajoy (no derogación de las leyes ideológicas de Zapatero, etc.), a pesar de su brillante gestión económica y su manejo del independentismo. Otros han votado C´s por rechazo a la corrupción. Muchos han votado populismo o porque siguen pasándolo mal, o los más mimados, porque les han quitado algunos euros y días de asuntos propios. Y por último está el voto radical de los jóvenes de la Logse y la pijada de los revolucionarios caducados. Sin haber visto los resultados por barrio creo que la participación, -10.000 electores más-, da idea de donde viene el voto extremista. Es explicable. En España el votante medio es de izquierdas, y el joven aún más. Sólo si la izquierda se abstiene para castigar a los suyos, puede ganar el centro derecha. Es la consecuencia de 35 años de exitosa propaganda progresista por tierra mar y aire, desde la escuela a la universidad, desde los Goyas a las series de tv, desde Serrat a Sabina, desde el sindicato al colegio profesional, desde el feminismo al ecologismo, desde Canal Sur hasta Sálvame, desde el periódico local a los telediarios. En Cádiz, el factor Teófila ha podido neutralizar durante veinte años ese izquierdismo, que por ejemplo se manifiesta cada año en el Carnaval. Demasiado tiempo hasta para una alcaldesa como ella, que ha realizado una labor que se considerará histórica, al mismo o superior nivel que la de Carranza (sí, sí Carranza), Cayetano del Toro o Valverde. Todo ello a pesar de algunos errores que, ¿quién no comete? Creo que Teófila no se merece el castigo de permanecer en la oposición, y menos frente a un gobierno ¿troskista?, ni que se le deje irse sin más, como se hizo con Carlos Díaz. Algunas preguntas surgen respecto a este posible Frente Popular local. ¿No era el PSOE casta del 78 y por tanto un partido al que hay que desbancar? ¿O ahora, para obtener el poder, ya es un partido de izquierdas? ¿No debería pactar el PSOE con el constitucional PP, el partido más votado, y no con los antisistema? Lo dudo mucho. ¿No decidían las asambleas en Podemos? Auguro que los pactos los decidirán los dirigentes madrileños, y que intercambiarán cromos para conseguir un sillón: para ti Cádiz y para mí Sevilla. Es decir, lo mismo que hace la casta. Pero no pasará nada. Y ahora una triste reflexión final: Dado el rencoroso relato que domina Cádiz desde hace años no me extraña que la ciudad haya elegido pegarse un tiro en el pie (o en el cerebro, ya veremos). Enhorabuena. Acaba de cumplirse el peor sueño de la capital. Pero, ¿y Madrid? ¿y Barcelona? ¡Qué país!